LA ABUELA PACA Y DON ROBERTO
La querida abuela
Paca, va al mercado cada día, en el pueblo la conocen por sus guisos y
tortillas.
Don Roberto
desde el patio, sentadito en un cajón, observa a la abuelita como prepara el
fogón.
Qué te pasa
perezoso?... bigotudo, orejón, pero el solo ronronea, esperando la ocasión,
para saltar a la mesa y probar la guarnición, estira su cuerpo el gato y
observa la cazuela… que aroma, que rico huele, a ver si se va la abuela!!.
Don Roberto
da la vuelta por la cocina de leña… ¡¡hay tanto calor, que miedo!!... no creo
que vale la pena, quemarme las patuquitas para saborear la cena, han pasado
algunas horas, está fría la caldera, pero no veo a Paquita, será que olvidó mi
cena?
El gato que
es muy goloso, quiere degustar el caldo, pero todo está tan alto así que decide
dar un salto, don Roberto coge impulso y a la sopa hasta la cola, miau miau
maúlla a gritos y tururún fuera la olla.
El gato sale
corriendo escaldado hasta el bigote, un leño bien atinado, atiza en su cabeza
un coscorrón merecido por nadar en la
cazuela.
¡¡Ay que
horror!!…dice la abuela, gato malo, ya vendrás… ¡¡ay que pena mi puchero!!
Tengo que empezar de nuevo.
Eso si… pone
la carne en un platito de hierro, para
cuando vuelva a casa ese pequeño gamberro.
Desde el
tejado la observa muy asustado el minino.
Miau… que
susto!! Miau que horror!! … esta vez casi que muero, se me sale el corazón.
Pero no
tengamos pena, porque este pequeñín, no aprenderá la lección.
Buena historia a mi peque le ha encantado.
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